martes, 31 de diciembre de 2013

Resumen 2.013


Son 12 fotografías, con un breve comentario tomado de la película El Crack II (de José Luis Garci), que sintetizan lo que fue ese mes desde el punto de vista ciclista.

Enero: Conozco una ciudad y tengo una libreta de direcciones. Con ese capital, ¿qué otro oficio hay para mí?

Febrero: Mira Piojo, atiende: Si estás armando una hipótesis lógica con suposiciones eres un idiota, pero si tu hipótesis coincide con la realidad y sigues tirando del hilo, entonces, eres más idiota todavía.




Marzo: Sí, porque la mayoría de la gente se enrolla para decir nada y me hace perder el tiempo y luego viene eso de Areta corre que sino no llegas.


Abril: Pues muy sencillo. Porque el queso, Areta, está podrido en todas partes y ya no hay forma de comérselo sin tragarse algún gusano.




Mayo: Esto no es un asunto de segunda división, que eso es lo nuestro para que nos vamos a engañar, esto es Copa de Europa.

Junio: Me parece que no entiende usted las nuevas estructuras. Ya no hay números uno. Y si los hay yo, al menos, no quiero saber quienes son. Arriba, posiblemente, ya no hay nadie en concreto.


Julio: Hay momentos de plenitud que deberían ser eternos.


Agosto: La vida, además de ser muy corta, está llena de telarañas. La decadencia, muchas veces, es esto que ves.


Septiembre: Lo que echo de menos es el ajetreo del teléfono, los atascos, el olor a gas-oil, las reuniones hasta las tantas.




Octubre: Para matar una mosca con un martillo no basta con tener el martillo en la mano, hace falta saber donde está la mosca. Y si uno sabe donde está la mosca, ¡para que coño quiere el martillo!


Noviembre: A veces lo difícil es seguir donde uno está.



Diciembre: Bueno, es un trabajo tan malo como otro cualquiera; duermo poco, ando mucho y lo que veo no me gusta nada. 






















En total he podido realizar 12.913 Km en 142 salidas (el mismo número que el año pasado).











Pese a los asuntos que se han quedado en el tintero, los viajes y excursiones que no pudieron ser, ha sido un año aprovechado porque deja unos sólidos cimientos sobre los que construir nuevos proyectos, ha sido un año soberbio porque deja en la memoria recuerdos, de lugares y personas, imborrables.

Y durante las campanadas me acordaré del insoportable calor en el puerto de San Lorenzo, de quienes conmigo padecieron y de quienes nos ayudaron.
Y recordaré las anécdotas, y a sus protagonistas, del 400 de San Sebastián, y el Cotefablo de noche, los caminos nevados, las impertinencias del cierzo, todas esas batallas libradas en solitario.
Y también recordaré la épica jornada en la que mi amigo Jon y yo pudimos, aún no sé cómo, con todos y cada uno de aquellos seiscientos kilómetros de agua y mala suerte, que son el principio de grandes retos futuros.

Salud y feliz año.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Murillo de Gállego, Lupiñén, Alcubierre, Zuera, Las Pedrosas, Murillo de Gállego


Las fotografías las realicé el pasado sábado en el itinerario descrito en el título. Fueron 193 Km y unos 1.000 metros de desnivel.

Sobre el papel se trataba de una ruta llana y fácil pero el asunto se complicó.

Primero apareció la lluvia y después, y tras barrer las nubes del cielo, se hizo el viento.

Por estos motivos quedó una jornada más dura de lo previsto aunque mucho más interesante.




Ortilla

 Montmesa

Embalse de La Sotonera


 En los Monegros

Puerto de Alcubierre


 Entre Leciñena y Zuera

Entre Las Pedrosas y Puendeluna



Puendeluna


 Losanglis
 Río Gállego
 Los Mallos de Riglos







Mapa  de la ruta



lunes, 23 de diciembre de 2013

Fiscal, Campo, Vilas del Turbón, Graus, Tierrantona, Ainsa, Fiscal

Las fotografías las realicé el pasado sábado en el itinerario descrito en el título. Fueron 198 Km y unos 2.100 metros de desnivel.

Quedó un día duro porque las batallas contra el frío (-4º C a la salida) son siempre batallas perdidas y, al final, y ya sin la compañía del Sol, este golpeó sin piedad.

En días así no existe el cansancio porque la acumulación de kilómetros es irrelevante en comparación con el frío que va calando en el cuerpo.

Y el frío es siempre pesado, una carga difícil de sobrellevar.

Por lo general en jornadas así suelo retroceder y recortar la ruta prevista porque hay que  dosificar los sobreesfuerzos, hay que administrar el sufrimiento. En ocasiones, y de cara al futuro, una batalla no librada es la mejor de las victorias.

Sin embargo hay días, como el pasado sábado, donde la curiosidad y el gusto por el oficio te obligan a seguir el plan previsto asumiendo, sin rechistar, la cuenta que los excesos dejarán en tu mesa.


Sé que a esta victoria le seguirá una derrota porque la capacidad de sacrificio es limitada pero mereció la pena. 



El Río Cinca desde Aínsa

Termómetro en Campo sobre las 11 de la mañana. En los descensos y en las sombras, mucho frío. 




Iglesia de Campo

Subida al Balneario de Vilas del Turbón. Los últimos 5 kilómetros están en obras sucediéndose los tramos de tierra con los de grava. La subida, que empieza, según recuerdo, en Aguascaldas, tiene 12 Kilómetros y salva, aproximadamente, 600 metros de desnivel. Lo más duro es el comienzo pues la carretera adopta un trazado muy rectilíneo y uno tiene la sensación de ir “clavado” y no avanzar.




Buenas vistas y asfalto impecable camino de Serraduy.

La Puebla de Roda.

Vistas cerca de Capella y una foto del puente medieval de esta localidad.


Nunca había oído hablar del puerto (aproximadamente 900 metros de altitud) que acomoda la tranquila carretera HU-V-6441 (entre Graus y Tierrantona) y me pareció espectacular. De las subidas asfaltadas que conozco, que no son pocas, la mejor de la provincia de Huesca.
Amén de dejar unas vistas impresionantes, indescriptibles, atraviesa pintorescas localidades y, rizando el rizo, un monasterio budista. 









Troncedo



Formigales

Una foto de los últimos kilómetros.

Mapa de la ruta