jueves, 28 de febrero de 2013

LE TOUR DU MONT BLANC, 21-07-2013


NOTA: No quería que pasase febrero sin poner una crónica sobre esta magnífica, y recomendable, marcha cicloturista que pude hacer el año pasado.
Tras el texto adjunto unas fotografías que hice ese mismo día pero que, en ningún caso, captan la belleza del recorrido. Algunas están tomadas en marcha y salen algo borrosas.
La prueba consta de 330 Km y 8.000 metros de desnivel y transcurre por Francia (azul), Suiza (rojo) e Italia (verde) tal y como detalla la siguiente imagen. Hacerla me llevó 16 horas y 34 minutos.


Capítulo 1. La salida

Un frío que viene de dentro y no hay abrigo posible, eso es lo que había en la salida. O, al menos, en la mía. No comprendí aquella sensación, tras haberme vacunado en las mañanas de enero, en las tardes de febrero, en ese camino de mal retorno bajo la sórdida lluvia de mayo.

Me repetí, varias veces, la frase de los grandes momentos. Después me concentré en aquel descenso nocturno, más tarde me dejé llevar, luego me alegré de haber llegado hasta allí, finalmente, enmarcado en un ambiente gris, oscuro y ante la única mirada de una aduana desatendida, destartalada, llegué a Suiza.

Capítulo 2. Champex Lac

El Sol devuelve el color a los objetos, las personas son ahora de carne y hueso, hablan, ríen, gesticulan y el comienzo de Champex Lac es como cualquier otro lugar de la vieja y soleada España.

Y este puerto lo acabo más descansado de como lo empiezo, respiro tranquilo, doy sepultura a los complejos, ya no soy un niño presentando el telediario, vuelvo a tener treinta y uno.

Capítulo 3. Grand Saint Bernard

Un terreno rectilíneo, como sin final, desmoralizador, y allí, de la nada, surgieron - y no las contábamos entre mis virtudes- y me empujaron, y el avance fue implacable, paciente, templado, ni frío ni caliente.

Arriba el aire se agota, y me despierto, pero ya queda poco, dos rampas y el puerto es mío.

Pisé una Italia diferente a la de los cuentos, silenciosa, solitaria, Aosta parecía un pueblo fantasma.

Capítulo 4. Petit Sanint Bernard

En su cima, tras un esfuerzo colosal, el reloj se puso a girar, a toda velocidad, de repente, no sé por qué.

Empecé a temblar, me puse nervioso, el descenso fue una pesadilla, no avanzaba, el tiempo me doblaba, y todavía me pregunto quién pudo llevarse mis minutos con semejante disimulo.

Me lo tragué, y el ego crujió, se rompió, después lo vomité, no estaría a las siete de la tarde comiendo helados en la meta.

Capítulo 5. Cormet de Roselend

Devorada la paciencia, a merced del viento, soy un elefante, gris, pesado, lento.

Y por pura inercia, sin retorcerme, sin aspavientos, liquido este puerto.

Capítulo 6. Col des Saisies

Al inicio me acuerdo de ti, saboreo una gaseosa, recostado en la cadiera, desempolvo los galones, se hacen visibles las viejas condecoraciones, izo la bandera a modo de vela y el cierzo me empuja hasta la cima, como ya hiciera veinte años atrás entre Pintano y Bagüés.

En un abrir y cerrar de ojos, en un instante, fue un visto y no visto, emergió, entre el silencio, la luz de la meta, y aún dudé, pero paré, la miré, la devoré, un año soñando con ella, y arranqué, el tiempo volvió a correr y finalmente la crucé.


La salida (5:00 AM)

Col de las Montets, camino de Suiza.


Descenso de Champex Lac,

Col de Grand Saint Bernard



Petit Saint Bernard




Cormet de Roselend


Las Saisies, el final.


martes, 26 de febrero de 2013

Fiscal- Ainsa- Naval- Salas Altas- Colungo- Boltaña- Fiscal



Las fotografías las realicé el pasado sábado en el itinerario descrito en el título.

Fueron 180 Km y algo menos de 2.000 metros de desnivel.

Una ruta muy recomendable, con infinidad de repechos pero sin puertos de entidad, un viaje en el que el ratio belleza/dureza tiende a infinito, tanto por los excesos del numerador como por lo irrelevante del denominador.

Una jornada que te deja como nuevo, lleno de energía y con la moral por las nubes, y pone el punto y final a una mala racha, ¡qué alegría!

Las mayores exigencias del día las trajo el viento, que sopló con fuerza. Aunque, bien es cierto, fue justo,  dio y quitó por igual, exactamente lo contrario que el arbitraje del Zaragoza- Valencia. Aquí la cosa no mejora.

El embalse de Mediano y detrás Peña Montañesa

El tramo entre Aínsa y Abizanda se hace muy entretenido gracias a varios repechos


En Abizanda comienza el Puerto del Pino. Largo pero muy suave. Ofrece buenas vistas.




Una foto de Naval y del Somontano de Barbastro.


Puente en el desvío de Alquézar y una vista de este pueblo.


Desde aquí hasta Boltaña el tramo resulta espectacular,







Paz y tranqulidad







El Río Ara,


Mapa de la ruta,


viernes, 22 de febrero de 2013

II Marcha Cicloturista Rompepiernas. Sos del Rey Católico (Zaragoza). 4-05-2013


Esta cita me resulta ineludible.

Primero porque parte de ella transcurre por mi país, mi infancia, y es que nada más salir se sube el puerto de Cuatro Caminos, cima por la que llevo transitando desde que cumplí los 11 años.

Por otro lado el recorrido es valiente, honrado y exigente. No escurre el bulto y se esfuerza por enseñarnos todas las maravillas que este territorio ofrece para la práctica del ciclismo. Y eso, en estos tiempos donde manda lo políticamente correcto (paradójica expresión), es de agradecer.

Además está el elevado nivel, en todos los sentidos, de los participantes. Es un punto a tener en cuenta ya que rodar con gente que sabe más que uno siempre es una experiencia positiva de la que se aprenden muchas cosas. En este sentido la edición pasada fue muy diferente al percal que nos podemos encontrar en otros eventos, donde los cazafantasmas no darían abasto y hasta Bill Murray acabaría desquiciado.

Otro motivo para no faltar es el cariño y la ilusión que los organizadores, voluntarios y espectadores vuelcan sobre el evento y sus participantes.

Y aprovecho estas líneas para mostrarles mi gratitud porque esta marcha cicloturista, para mí, es un inmenso regalo que me retrotrae a aquellas batallas desiguales, bajo un esfuerzo agónico, del pasado, cuando tan sólo era un niño.

En cuanto a la edición del año pasado (5 de mayo) decir que fue un sábado mágico. Todo salió bien.
Hasta ganó el Zaragoza, con sufrida remontada ante el Racing, aunque la semana siguiente tocó sufrir, y de qué manera.

De verdad, esta marcha merece mucho la pena.

Página de la marcha en www.rompepiernas.org.

Unas fotos del recorrido (que no de la marcha):

Puerto de Cuatro Caminos, el primero y el más duro de la marcha. Este año estaré más atento en la salida y trataré de coronarlo en el grupo de cabeza (mis pretensiones y prestaciones acaban allí).


Descenso hacia Undués de Lerda por un asfalto impecable


A partir de este pueblo la carretera se estrecha y todo tiene un sabor especial



Puerto de Uncastillo. Suave aunque al final pueda hacerse largo. Ofrece magníficas vistas.





El pueblo de Uncastillo


A partir de este pueblo se suceden una serie de repechos hasta Luesia. De allí hasta Biota vienen los kilómetros más favorables de toda la marcha, pero en este último pueblo se acaba el recreo.

 Tras pasar por Malpica de Arba volveremos a Uncastillo y dará comienzo el penúltimo puerto de la jornada. La primera vez que lo subí (2.007) hacía un calor insoportable y se me atragantó de mala manera, qué recuerdos.





El último escollo del día será el puerto de Sofuentes. Para mí, el más bonito.

Durante el ascenso pasaremos por el pequeño núcleo de Mamillas.


Fotos de la parte alta del collado




La meta, en el pueblo de Sos, ya queda cerca.



Son 178 Kilómetros y 2.768 metros de desnivel. La conseguí acabar en 5:47´ con una velocidad media de 29,97 Km/h, si no hubiese parado en un par de avituallamientos hubiese alcanzado los 30 Km/h registro que, en la salida, me parecía inalcanzable.

¡Nos vemos allí el próximo 4 de mayo!