domingo, 30 de julio de 2017

27.07.2017 Crónica de un día y medio en los Pirineos: 614 Km, 13.500 mts de desnivel y 19 puertos.



Las fotografías las realicé durante el jueves y el viernes en el siguiente itinerario:

Ascain- Dranxinea- Erratzu- Saint Jean Pied Port- Col Inharpu- Tardets- Arette- Laruns- Argeles Gazost- Luz Saint Sauveur- Bagneres Luchon- Saint Beat- Castillon- Core- Masat- Tarascon Sur Ariege- Ax Les Thermes- Mijanes- Roquefort de Sault- Prades.

Fueron 614 Km, 19 puertos y 13.500 metros de desnivel que pude realizar del tirón (entiéndase sin parar a dormir) en un tiempo total de 37 horas y media (32 horas sobre la bicicleta).

Preámbulo.

Revancha y nuevos horizontes, esa era la idea.

En el 2.014 comencé la SR Pirineos (600 km y 15.000 metros de desnivel) con la intención de hacerla del tirón pero en el kilómetro 380 tuve que claudicar.

Finalmente pude acabar la prueba aunque...

Tres años después, con mucha más experiencia, ya era hora de tomarme la revalida, "de salir a ganar en la Champions League", me dije, y repesqué un viejo proyecto que tenía anotado por allí.

Al final pude conseguir el gran objetivo, que es el de llegar un poco más allá  para forjar nuevos sueños en un mundo un poquito más amplio, el de tener más donde elegir, el de ganar un punto más de libertad.

¡Perfecto!

Capítulo 1. Prohibido correr.

Con cierto bagaje en este tipo de retos tenía claro que el éxito pasaba por rodar a ritmo tranquilo y, sobre todo, por comer y beber en abundancia.

Dosificar y recuperar, ésas eran las claves.

Seguí la pauta a la perfección y sólo me exhibí en los comercios que me fui encontrando donde bien me podrían haber rebautizado como el Rey de los Refrescos.

Los puertos, nueve durante el día, fueron cayendo sin agobios y, a excepción del Aubisque donde pasé una pequeña crisis, no presentaron ninguna dificultad.


De Saint Ignace su altitud lo dice todo.









 Puerto de Otxondo, en Navarra.

 Puerto de Izpeguy, y volvemos a Francia.




 El Puerto de Inharpu (así lo bautizó la Vuelta a España el año pasado), de 1ª categoría, fue el primer escollo duro de la jornada.










Pasado Arette (Km 125), donde hice la primera parada para echar un bocadillo, toca afrontar el modesto Col de Lie.

 Sigo "de tanteo" en el suave Col de Ichere.


Y llegamos a la zona de los célebres. El primero, el Marie Blanc.




En una ruta así es normal tener algún momento bajo y, el peor, llegó en el Aubisque que, esta vez, se me atravesó. Tras el descenso (en Arrens, Km 215) hice la segunda parada del día para echar otro bocadillo, comprar unos plátanos y asaltar la sección de refrescos.



 El día va llegando a su fin en el Tourmalet.



Capítulo 2. En cómodos plazos.

Siguiendo el precepto de divide y vencerás cité a mis padres en Bagneres Luchon (Km 350) con una extensa lista de la compra (café, coca cola, pan, fruta, jamón y chocolate) y con el objeto de partir la noche en dos.

Subir y, sobre todo, bajar puertos de noche resulta agotador por lo que una parada intermedia suponía una ayuda extraordinaria.

Y con esta táctica la noche la pasé muy bien.

La primera parte (con el Aspin y el Peyresourde, hasta la una de la mañana), fresco y con la tranquilidad de saber que en breve tendría a mi disposición un copioso avituallamiento y la segunda (Menté y Aspet, a partir de las dos de la madrugada) con fuerzas tras una buena cena.

Debo reconocer que hacer esta ruta "a pelo", sin la asistencia de mis padres en Bagneres Luchon, hubiese sido mucho más difícil.

Primer puerto nocturno, el Aspin.


Peyresourde.

 En el Col de la Menté Ocaña perdió un tour por una caída. Creo que esta es la placa conmemorativa de su fatídico accidente.


 En la cima oigo el brotar del agua y como voy sediento me abro paso, en un decorado fantasmagórico, hasta dar con el premio.


 Otro cromo más a la colección.


 El Aspet es corto pero muy exigente. Con 4,5 Km al 10% y sin referencias al ser de noche se me hizo bastante duro.



En Castillon (Km 412), y mientras amanece, doy cuenta del bocadillo y del café que llevo en la mochila así que el Col de la Core (14 Km al 6%)  lo subí con energías renovadas y sin aprietos.







El Col de Port (Km 478), dada su escasa dificultad, resultó muy llevadero.



Capítulo 3. Malditos Bastardos.

Los veinticinco kilómetros que separan Tarascon Sur Ariege de Ax Les Thermes (Km 528) por la carretera nacional, con muchos tramos sin arcén, resultaron terroríficos.

No recuerdo haberlo pasado tan mal sobre la bicicleta como en esta vía.

Un sin fin de coches pilotados por auténtica gentuza pasándome al lado y a toda velocidad, sin ninguna prudencia, sin frenar o apartarse lo más mínimo, sin ningún respeto.

Mientras escupía bilis y me encomendaba al espíritu santo, o lo que sea,  me arrepentí de no llevar un mapa para buscar una carretera alternativa, ¿pero qué mierda es esta?, grité varias veces.

Celebré la llegada a Ax Les Thermes como el náufrago que avista un pedazo de tierra.


Capítulo 4. La teoría de la relatividad.

En el papel, en el programa, la ascensión al Col del Pailheres (19 Km y 1.280 metros de desnivel) se dibujaba como el tramo más duro de la aventura.

Un ogro custodiando la puerta tras la que figuraba ese nuevo mundo del preámbulo, ¿seré capaz de subirlo después de tantos puertos y kilómetros? me pregunté varias veces antes de comenzar.

Pero, tras lo acontecido en el capítulo anterior, ¿qué miedo iba a darme una carretera tranquila en un entorno espectacular?

Efectivamente, ninguno.

Y disfruté cada rampa de este puerto.

Después vino el Col de Jau por una zona inhóspita y sorprendente que vino a poner el broche de oro a la ruta.

El Pailhares, con sus dos mil metros de altitud, resultó espectacular y no me defraudó.



El descenso del puerto, con el objetivo al alcance de la mano, fue muy emocionante.


 Cerca de Rouze.



El encadenado del Col des Moulis y Garabel transcurre por la zona más olvidada de los Pirineos franceses.






 Tras ellos llegó el último puerto de la jornada, el Col de Jau a 1.506 metros de altura.



 Descenso a Prades. Me hubiese gustado seguir haciendo kilómetros buscando el Mediterráneo (eran poco más de las siete de la tarde) pero me daba miedo el intenso tráfico que pudiera encontrarme y allí, dándome por resarcido, puse el final a la ruta.




Punto y a parte...y para el futuro me anoto mejorar la ruta alargando un poco más el asunto. Aunque eso será ya otra historia.



Enlace al Bikemaps

https://www.bikemap.net/es/route/4130844-ascain-prades/

7 comentarios:

  1. ¿Quien ve volar a las águilas? ¿Hay alguien que pueda pisar su sombra? Ni siquiera había luna esa noche. La libertad debe de ser invisible y callada.
    Enhorabuena.

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  2. Bueno, en esta ocasión estabais vosotros en Bagneres Luchon con comida y bebida, ayuda que me vino francamente bien. A ver si al año que viene podemos repetir. Un saludo.

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  3. Mi más sincera enhorabuena por lo que has hecho y cómo lo has hecho. Eres un crack!

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  4. Muchas gracias. Fue una experiencia magnífica para repetir en años venideros. Un saludo.

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  5. Enhorabuena por la conquista, de bagaje, de libertad, de vida. Haces del ocio una manera de practicar la virtud, que vale tanto para la vida como para las rutas. Pero también para descubrir tu singularidad, aquello que falta a los activos, o hiperactivos en nuestros días, que dicen no parar de hacer cosas sin hacer ninguna realmente.

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  6. Muy buenas. Sí, realmente vivimos en una época en la que parece que estemos obligados a llenar el tiempo sin importar el contenido (por ejemplo en el autobús todo el mundo se afana al móvil, ya se ve poca gente mirando por la ventanilla o pensando en sus cosas). Nos vemos la próxima semana.

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  7. Sí, ahora más que nunca conviene una ética de la renuncia, de la inactividad. Pero claro, para decir NO primero hay que tener algo que mirar, algo en lo que pensar. Nos vemos.

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