Para este verano quise hacer un viaje tranquilo y llevadero, cien por cien cicloturista. Rodar de día, disfrutar cada momento y dormir en cómodos hoteles. El destino lo decidí dos semanas antes cuando, mirando mapas y un par de libros de altimetrías, me topé con varios puertos de Italia que llamaron mi atención. A eso decidí añadirle algún paso mítico de los Alpes franceses y a partir de allí fui trazando el recorrido evitando las carreteras principales.
Al final quedó un bonito viaje, uno de esos que te dejan con ganas de más.
Etapa 1. Larués, Pamiers. 350 Km y 3.200 metros de desnivel.
La piedra angular del proyecto estaba en Sempeyre (Italia) y allí solo encontré hotel para la noche del martes por lo que me vi obligado a llegar en cuatro etapas. Eso condicionó la primera jornada que podía haberla hecho por lugares impresionantes (Aubisque, Tourmalet, por ejemplo) pero tuve que ir por un itinerario rápido y fácil. Así que este primer día aportó más bien poco.
Me despido de España en el Portalet
Gran parte del recorrido transcurrió por carreteras muy llevaderas y sin dificultades montañosas. Esta foto representa el resto de la jornada.
En Saint Gaudens debo parar para solventar la primera avería del viaje (la rueda de atrás se me descentró).
Etapa 2. Pamiers, Nimes. 318 Km y 3.300 metros de desnivel.
Jornada marcada por el calor que dispara mi consumo de Perrier/San Pelegrino hasta los 3 litros a los 100 KM. Y eso que el terreno se me hizo muy entretenido con varios repechos y pasando por bonitos rincones. Una región interesante que mereció la pena conocer.
Etapa 3. Nimes, Saint Julien de Verdon. 254 Km y 3.200 metros de desnivel.
Camino de los Alpes la cosa se va animando y el terreno resulta cada vez más llamativo hasta culminar con el col del Ailen enclavado en el espectacular cañón de Verdon.
Etapa 4. Saint Julien de Verdon, Sempeyre. 205 Km y 4.350 metros de desnivel.
Primera etapa alpina con los pasos de Allos, Vars y Agnel, todos ellos a más de 2.000 metros de altura.
El primero (Allos), por su vertiente sur, salva 1.000 metros de desnivel en 20 Km. Me gustó mucho este alto que transcurre por una carretera muy revirada y sin tráfico. Un puerto diez.
El siguiente puerto fue el de Vars. Desde Barcelonnette salva 900 metros en 20 Km. Como el anterior es muy llevadero (no tiene rampas imposibles) y agradable. Interesante.
El último del día, y que me llevó hasta Italia, fue el Col del Agnel. Tiene 1.400 metros de desnivel y una longitud de 21 Km. Me resultó una ascensión muy variada, llena de contrastes, donde nada tiene que ver el entorno, los paisajes, del principio con lo que uno pueda encontrarse en los últimos kilómetros. Sobresaliente.
Ya en Italia.
Etapa 5. Sempeyre, Auron (Estacion de Esquí). 158 Km y 5.300 metros de desnivel.
Y llegó la etapa más deseada. Tenía muchas ganas de probar los Alpes italianos y lo que vi me pareció sublime. Una pena que por problemas de espacio no pueda poner aquí todas las fotos de la jornada (más de cien).
Los tres puertos italianos también superaron los 2.000 metros de altura.
El primero fue el de Sempeyre. Una ascesnión de 18 km y 1.200 metros de desnivel que comienza en el pueblo homónimo. Buen aperitivo para los siguientes.
El descenso dejó esta bonita estampa.
Después llegó el gran puerto del viaje. El Col de la Fauniera. Más de 1.600 metros de desnivel en 24 Km. Un puerto fácil porque es tan hermoso que pedaleas extasiado, como sin darte cuenta. Se podrían hacer mil fotos y todas ellas serían interesantes, todas aportarían algo. En fin, una ascensión que catalogaría de "imprescindible".
La belleza del descenso también exige parar y disfrutar.
En Italia, visto lo visto, me hubiese quedado mil días...pero el presupuesto es limitado y me tocó poner rumbo oeste, regresar a Francia y despedirme de Italia por el Col de Lombarda (21 Km y 1.500 metros de desnivel). La parte final de este alto, quizá por la tibia luz de media tarde, quizá por el cansancio acumulado, me resultó conmovedora.
Ya en Francia busco hotel deprisa y corriendo y lo encuentro en Auron. Lo que no sabía es que era una estación de esquí y me tocó subir un último puerto de 5 Km al 7%.
Etapa 6. Auron, Sault. 214 Km y 3.200 metros de desnivel.
Me despido de los Alpes atravesando el Col de la Bonette (el más alto de Francia). El puerto, que me dejó impresionado, tiene 25 Km de longitud, se corona a más de 2.800 metros de altura y salva más de 1.500 metros. Otro grande de los Alpes que se sube sin esfuerzo gracias a su belleza. Me alegré mucho de haberlo metido en la ruta.
Pasados los Alpes los paisajes se van "aplanando" hasta llegar a los campos de Lavanda de la región del Mont Ventoux.
Etapa 7. Sault, Le Vans. 192 Km y 2.900 metros de desnivel.
Tuve que parar unas dos horas en Malaucenne (pasado el Ventoux) para volver a reparar la rueda trasera así que la etapa fue corta. No obstante una etapa con el Mont Ventoux es ya una etapa sobresaliente.
En este viaje he hecho puertos bonitos pero ninguno tan llamativo como el Ventoux.
Pasado este puerto comienza una zona de media montaña (con varios puertos de segunda-tercera categoría) endurecida por el calor. A las seis y poco, cuando pasé junto a un hotel de carretera, no lo dudé y paré ya a descansar.
Conocía la región de la Super Brevet Douze Cents (año 2016) pero no la recordaba tan bonita. Una etapa de diez atravesando las inmediaciones del Parque Nacional de las Cevennes y salpicada de pequeños puertos de montaña. En fin, otro día de más de cien fotos...
Etapa 9. Albi, Bagneres Bigorre. 254 Km 3.100 metros de desnivel.
Con diferencia el día más duro del viaje. Un calor brutal, sofocante, en medio de una Francia hostil y solitaria. Ni un bar, ni una tienda, ¡nada! durante más de cien kilómetros. Cien kilómetros de dosificar la comida y, sobre todo, el agua, midiendo cada sorbo por si acaso.
¿Qué que me salvó cuando el agujero en el estómago amenazaba ruina? ¡Una máquina de hacer pizzas en mitad de la nada! Así son la Francia profunda y sus códigos, indescifrables, ininteligibles y, por lo tanto, desconcertantes y terribles.
En fin, un día muy duro y complicado donde tuve que tirar de experiencia y oficio para no venirme abajo.
Etapa 10. Bagneres de Bigorre, Larrau. 202 Km y 4.000 metros de desnivel.
Quería acabar el viaje pasando por los puertos de Larrau y Cuatro Caminos. Y, además, llegar a casa sobre la hora de comer evitando un último día largo y duro. Para tal fin realicé esta etapa con final en el pueblo de Larrau. El itinerario lo improvisé sobre la marcha (debido a la lluvia prescindí de los grandes puertos de la zona) quedando al final una etapa de montaña antagónica a la que podría hacerse en los Alpes.
Agradezco la lluvia inicial porque el día anterior el calor había apretado de lo lindo. Primer puerto del día: El Marie Blanc.
Prosigo con el modesto Col de Ichere.
El Col de Labays es ya un puerto de Primera categoría.
El último puerto fue el Col de Arangaitz (800 metros de altitud) que salva cerca de 600 metros de desnivel desde las inmediaciones de Mauleon.
Etapa 11. Larrau, Larués. 127 Km y 2.000 metros de desnivel.
Llegó la hora de ponerle el broche de oro a un gran viaje. Una pena que la vertiente francesa del Larrau quedase cubierta por la niebla y desluciese uno de los puertos más espectaculares de los Pirineos.
En España, sol y buen tiempo. Obsérvese la diferencia en la luz de las fotos de todo el periplo franco-italiano con estas de España.
Bueno, durante estos once días he rodado por los Alpes, Macizo Central, Pirineos y ahora le toca el turno al Prepirineo.
Ruesta y Cuatro Caminos
Último puerto del viaje: Bagüés
Todo lo bueno se acaba...
