miércoles, 15 de mayo de 2013

Crónica de la Brevet de 300 Km de San Sebastián, 11-05-2013



Sepan ustedes que al ser mitad de pueblo y mitad de Zaragoza, urbe que buscando nuevas calidades sólo consigue más cantidades y amenaza con convertirse en la ciudad de provincias más grande del mundo mundial (en dura pugna con la Barcelona del siglo XXI), a uno le gusta contar todo tipo de detalles sobre las escasas veces que abandona su región, a la que, dicho sea de paso, le tengo una querencia infinita.

Así que los primeros párrafos serán las exageraciones de un cateto sobre las pequeñas desventuras que le acaecieron en San Sebastián la víspera de la prueba (viernes).

No permito que un artefacto, por muy educado que sea, me diga lo que tengo que hacer, ¡acabáramos! y sólo me queda encomendarme al romanticismo de la Vía Michelín. Pero ésta -¿qué se puede esperar de una cartografía perpetrada por los franceses?-, me la jugó y acabé en el centro de San Sebastián ante una rotonda más grande que mi pueblo, ganándome una sonora ovación merced a mis quiebros y requiebros, paradas y arrancadas. Y ya ven que entré con mal pie.

Tuve la deferencia de quitarme la boina para preguntar qué significaban aquellas líneas verdes entre las señales que marcan la temible y onerosa zona azul pero obtuve una respuesta extraña, “quiere decir que es zona azul libre”, me rasqué la cabeza y dije aquello de, “ah, comprendo, pero, entonces, ¿cuánto dinero tengo que echar para dejar aquí el coche hasta el domingo?”, y  la cosa quedó clara: 1 euro (que sábados y domingos no se paga).

Tras media hora deambulando, víctima de mi nulo sentido de la orientación y mi legendaria cabezonería, me vi en la tesitura de tragarme el orgullo y  preguntar por la ubicación de mi hotel. Elegí a un matrimonio de misa y comunión. El señor enseguida dijo aquello de “recto, nada, es un paseo” pero su mujer apostilló, “bueno, un paseo para nosotros”. Y pensé que un servidor no debía sacar muy buena pinta cuando una señora, de un bermejo escabechado, ponía mis cualidades físicas por debajo de las suyas. Me preocupé pues andaba algo resfriado y el nivel de paranoia llegó al nivel rojo  (un poco más y me vuelvo para casa).

En la habitación del hotel trasteando compulsivamente el teletexto (jugaba el Zaragoza) me dieron las once y adiós a las ocho horas de sueño recomendadas por la U.E. (tengan en cuenta que puse el despertador a las 4:20 H, pues la salida era a las 6:00 H).

Pero el cansancio y las preocupaciones absurdas siempre se esfuman ante la ilusión que genera un día así. Y en la salida estaba en perfecto estado.

Seríamos unos veinte ciclistas para afrontar el siguiente recorrido: San Sebastián- Tolosa- Puerto de Etxegarate- Alsasua- Vitoria- Puerto de Azaceta- Estella- Puerto del Perdón- Lecumberri- Tolosa- San Sebastián. Mi cuenta kilómetros marcó 308 Kilómetros.

Me gustó el ambiente de compañerismo que reinó durante toda la marcha, me sorprendió el grandísimo nivel de todos los ciclistas y me impresionó un corredor navarro que tiró del grupo a un ritmo altísimo durante gran parte de la ruta y llegó como quien viene de comprar el pan, me pareció increíble.

Fue un día grande, uno de los mejores que haya pasado sobre la bicicleta y que justifica por si solo el haberme planteado como reto la Brevet de 600 Km de San Sebastián.

Y ahora las fotos que no reflejan las bondades del recorrido pero las fui haciendo sobre la marcha, cuando pude. Aunque para mi tienen un valor simbólico nada desdeñable son lamentables si bien me servirán para comentar sucintamente el recorrido.

San Sebastián a la salida. De los primeros kilómetros me gustó el contraste entre las ciudades industriales y las montañas que las rodean. Además rodar de noche tiene algo especial.


Puerto de Etxegarate. Se sube por una autovía con algo de tráfico, no es un puerto duro pero agarra. Aquí nos dividimos. Fui con el grupo de cabeza (9 corredores) pues tener gente por detrás en un recorrido desconocido da mucha tranquilidad.


Puerto de Azaceta (entre Vitoria y Estella). Segunda dificultad montañosa del día. Corto y llevadero. Una vez coronado el alto terreno favorable hasta Estella.


Puerto del Perdón. Entre Estella y el alto hay varios repechos por lo que el recorrido se hace entretenido. Además se pasa por el bonito pueblo de Puente La Reina. Una vez que se baja el puerto hay varios repechos hasta Lecumberry que culminan en el alto de Azpiroz. De allí un largo descenso hasta San Sebastián.

Desde Tolosa para llegar hasta San Sebastián hay que entrar y salir varias veces de la autovía. Un tramo muy complicado. No comprendo por qué una ciudad con tanta afición al ciclismo tiene unos accesos tan malos.

Al final la ruta la hicimos en 12 horas (10 horas y 54 minutos sobre la bicicleta, ¡a 28 Km/h de velocidad media!) y me dejó con muchas ganas de afrontar la Brevet de 400 Km que será el próximo 25 de mayo.

Un saludo.

4 comentarios:

  1. He intentado encontrar alguna información "oficial" sobre el desarrollo de esta brevet y no la he encontrado.¿Hay algo en la red?.
    Ánimo, fuerza y un frenadol preventivo para la próxima brevet.
    Un abrazo.
    M.P.

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  2. 1) Una brevet no es una cicloturista ni nada por el estilo, no hay clasificaciones ni listado de participantes ni avituallamientos ni mecánicos, aquí se viene a pelo. Uno va el día de la prueba, paga 6 Euros, le dan una hoja de ruta y un libreto que hay que sellar en los lugares marcados por la organización (añadir que no hay “puestos de control” en sentido estricto si no que se sella en algún bar o comercio de la zona) y que hay que entregar al finalizar la prueba (supongo que después se recibirá un diploma). La mayoría de los participantes van para poder correr la Madrid-Gijón-Madrid (1.200 Km) que se celebra este año. En esta página queda claro lo que es una Brevet: http://www.randonneurs.es/randonneursbrevets.php
    2) La próxima Brevet saldrá a las 6 de la tarde así que la mejor precaución será no excederse en la comida y alejarme del chorizo y el queso, que ya sabe usted cómo se las gasta la cocinera. Añadir, también, que prefiero los síntomas de un resfriado a los efectos secundarios (sueño y desgana) generados por ese potingue.
    P.D. Más le valdría a usted buscar un famoso diploma del que, de hecho, sólo encuentra dos terceras partes.

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    1. De Hecho no tiene usted sino una pequeña parte de razón. Es más: cuando suba y baje los tres ibones, siempre con moderación en la charcutería, hablaremos.
      Saludos.
      MP

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  3. Tenga en cuenta lo que escribió el maestro Góngora:

    Que se emplee el que es discreto
    En hacer un buen soneto,
    Bien puede ser;
    Mas que un menguado no sea
    El que en hacer dos se emplea,
    No puede ser.

    Le deseo suerte en ese reto pues, vistas sus hechuras, la necesitará.
    Salud y cuidado con los boicots culinarios...

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