Las fotos las realicé ayer en el itinerario descrito en el título. Fueron 107 Km (aptos para una bicicleta gravel) y un millón de barros de desnivel.
Bueno, hacía tiempo que no me tocaba lidiar (y perder) frente al barro. Por esta región el suelo es muy arcilloso y el barro resulta como plastilina. O sea, que emboza las ruedas y no te deja otra opción que portear la bici para avanzar.
En fin, una jornada entretenida y algo más dura de lo previsto.
En la famosa iglesia románica de Bagüés comienzo el primer tramo por pistas. Se alternan tramos en buen estado, donde rodar es fácil, con otros más propicios para el patinaje.
La pista empeora y tengo que hacer varios kilómetros porteando la bicicleta. A Pintano (km 25) llego con una velocidad media de 10 Km/h.
Aprovecho los vados del Río Regal para limpiar un poco la bici.
Sigo paralelo al río hasta salir a la carretera. Decido dar una vuelta tirando por carreteras y buenas pistas porque llevo la bici muy sucia y si meto el plato pequeño la cadena se atasca, así que si hay que ir a plato grande mejor rodar por sitios suaves.
Cuatro Caminos.
Buena pista camino de Javier (ya en Navarra)
Castillo de Javier
Tiermas y Escó (ya en Aragón) víctimas del embalse de Yesa.
Dos vistas de Berdún.
El Aragón a su paso por Martes.
Último tramo de pista.
Larués