domingo, 22 de octubre de 2023

Zaragoza, Fuendetodos, Herrera, Loscos, Rudilla, Pto Fonfría, Collados, Mainar, Zaragoza

 

Las fotografías las realicé ayer en el itinerario descrito en el título. Fueron 235 Km y unos 2.800 metros de desnivel.

Disfruté mucho de la jornada que fue, en sentido climático (y valga la expresión), el primer día otoñal del año.

Y como el Otoño posiblemente sea la mejor época para ir en bici pues bienvenido sea.


Llevaba tiempo sin rodar por el Far West zaragozano. Buenas vistas entre Botorrita y Jaulín.

















Entre Fuendetodos y Villanueva de Huerva la aridez sigue mandando.
















Repechos, llanos y pequeños pueblos nos dan la bienvenida a Teruel.






















El pintoresco puerto de la Rudilla (llamado como el pueblo, en la foto) es una sucesión de cuestas bastante llevaderas.

















El Puerto de la Fonfría, pese a su altitud (1.470 metros) también resulta fácil.


















Pongo rumbo norte, al encuentro con la provincia de Zaragoza, por la carretera de Collados.
















Rectas cerca de Mainar y una foto del Puerto de Paniza.




domingo, 15 de octubre de 2023

Larués, Berdún, Fago (por la Cabañera), Garde, Burgui, Virgen de La Peña, Salvatierra, Berdún, Larués

 Las fotografías las realicé el jueves en el itinerario descrito en el título. Fueron 122 Km y 2.500 metros de desnivel con la BTT (y varios tramos andando).


Aproveché el jueves para conocer dos ascensiones muy cercanas a mi casa que, por esas extrañas paradojas de la vida, me resultaban desconocidas. 

De la jornada destaco la subida a la Sierra de Forcala desde Berdún. Tiene unos 12 Km y salvará, de manera muy irregular y con algún tramo para hacer andando, unos 800 metros de desnivel.

Buen puerto de paso que comunica la citada localidad con Fago o con Ansó y amplía mucho mis posibilidades para la BTT.

Berdún, al poco de coger la pista.
















La pista alterna tramos muy llevadores con rampas imposibles pero, en general, su ascensión resulta llevadera y las vistas en la cima merecen mucho la pena. 





















Me decanto por bajar hacia Fago (dándome la impresión de ser un trazado más regular y accesible) y allí subo los últimos tres kilómetros del asfaltado Puerto de Matamachos.
















Ya en Navarra prosigo por la carretera hasta Burgui y allí cojo una pista-camino-senda que me llevará hasta la Virgen de La Peña (Salvatierra de Escá, ya en Zaragoza). 

Nunca había subido por esta vertiente así que comencé con mucho interés por la posibilidad de "descubrir" un nuevo puerto de paso en mi región. Pero, el estado de la pista y la pendiente brutal de algún kilómetro, me obligan a hacer parte del recorrido andando y no creo que vuelva a la cima por este lado (al menos en bicicleta). 























La última foto, del pueblo de Martes.

















miércoles, 4 de octubre de 2023

Crónica de la I Edición 500 Millas Cannibal. 29-09-2023.

 

La prueba.

Es un evento, apto sólo para bicicletas Gravel o de montaña, con salida y llegada en Zaragoza, de 830 Km (220 asfaltados y 610 por pistas y caminos) y 11.500 metros de desnivel a completar en un tiempo máximo de 90 horas. Este año celebró su primera edición.

La prueba hay que hacerla en autosuficiencia y sin asistencia aunque la organización estuvo presente durante gran parte del recorrido lo que fue de agradecer.

En la salida nos dimos cita 18 participantes y pudimos completarla 13. El más rápido tardó tan sólo 43 horas y quince minutos.

Yo llegué en 60 horas y media con una bicicleta gravel (40 de cubierta, algo justo para mis capacidades sobre los caminos).

El recorrido, a grandes rasgos, es:

No, no estoy en forma, pensé, cuando vi este reto diez días antes de su comienzo. Porque, y adaptando la genial reflexión de George Best sobre el dinero, podría decir que en Agosto pasé mucho tiempo comiendo y bebiendo con los amigos en las fiestas de mi pueblo, y en las del al lado, y el resto lo malgasté. 

Si al menos pudiese cogerme el lunes de fiesta para apurar las 90 horas de tiempo la cosa estaría más clara. Pero eso no es posible, así que ¿por qué no dejarlo para el año que viene?, pensaba en los momentos de lucidez, que no fueron muchos.

Aunque, debo reconocer que, en el fondo, esa improvisación y ese estado de forma, digamos que renqueante, hacía el proyecto más difícil y evocador, ¡a lo Mágico González!, me dije varias veces.

Y, claro está, al final no pude resistirme a este proyecto tan diferente, a una idea tan buena, y me decanté por, al menos, estar en la salida y ver qué pasa.

No me dí muchas probabilidades de acabar  pero salió todo muy bien y disfruté mucho esta aventura aunque eché mucho de menos mi BTT y pagué llevar un desarrollo totalmente inadecuado, un 30x28, para las rampas que aguardaban en el recorrido. 

Al año que viene, con algo más de rodaje y una herramienta más apropiada, y Dios mediante, la repetiré.


Salida de Zaragoza. Cortesía de mi nula habilidad y mi falta de rodaje por pistas tardé poco en quedarme rezagado. 
















Caminos de polvo por la estepa de Belchite y cerca de Andorra.


















En Ejulve comienza un largo, y bonito, tramo asfaltado. Encadenamos el Puerto de Los Degollados y Cuarto Pelado hasta llegar a Fortanete (en la foto).



















Allí comienza una subida muy dura que nos lleva hasta Valdelinares. Llevo un desarrollo inadecuado y empiezo a hacer kilómetros andando. Sí, además de la BTT también extrañé unas zapatillas de treking (o como se escriba).































Cómodo descenso hasta Mora de Rubielos donde paro a cenar y afronto la primera noche. La subida hasta el Observatorio de Javalambre, donde está el organizador para ponernos el sello en la hoja de ruta, es espectacular y la disfruto con la luz de la luna llena. Pero mi cámara sólo es capaz de retratar esto...





















Descenso cómodo y a coger agua en Valacloche. Al poco, y para cruzar a Albarracín, comienza otra subida francamente dura y añado más kilómetros andando. Cansado, y a unos 20 km de Albarracín, paro una hora a dormir.
















Pasado Albarracín (Km 400, sobre las diez de la mañana) la bici empieza a fallar, y emitir preocupantes sonidos, por culpa del polvo acumulado. La limpio un poco y paro para pedirle a unos agricultores lubricante para la cadena y el cambio (no llevaba ni eso...). Es lo bueno de jugar en casa, que siempre encuentras gente dispuesta a echar una mano.

Por lo demás, calor, pistas rotas y otras muy fáciles y cómodas. 




















Primer pinchazo camino de Ateca (curiosamente en un tramo de carretera), dos cafés y prosigo hasta Malanquilla (Km 607) donde paro a dormir en un parquecillo unas dos horas y media.

Y bien que hice porque después vino lo peor. Un puerto brutal, con rampas imposibles que hice andando y una bajada por un camino de cabras que también hice caminando (y jurando). Creo que tardé casi tres horas en hacer diez malditos kilómetros...
















Amanece, enfilando el Moncayo, y se acabaron ya las sorpresas que, en esta prueba, cada una equivale a dos horas...



















El final, con el segundo y tercer pinchazo, el calor apretando y la monotonía del llano se me hizo algo pesado.
















Joder, ¡si esto parece la jungla!
















Servidor rodando, y penando, ya cerca de la meta.




















Línea de meta en el Velódromo de Zaragoza. 
















Una experiencia para repetir y me la anoto ya en la agenda para el 2024.

Finalizo agradeciendo a Aitor su paciencia por permitirme apuntarme fuera de plazo y a toda la organización por su presencia en la meta y en los caminos durante gran parte de la prueba. Os ha quedado una prueba de diez, ¡enhorabuena!.