lunes, 31 de marzo de 2014

Túnel de Somport, Bouezou, Lie, Soudet, Bagargui, Gamia, Osquich, Túnel de Somport


El itinerario detallado puede verse al final de la entrada. Fueron 253 Km y 5.000 metros de desnivel.

Sabía que acabaría de noche pero, joder, no contaba con estar tres horas bajo las estrellas.

Claro que el día fue de los complicados.

Es más fácil acceder a la comida que a la ropa de abrigo así que cargué la mochila con mucha tela y poco alimento. Pero la cosa se fue torciendo pues muchos bares los encontré cerrados, son las cosas del invierno, y fui bastantes kilómetros con la reserva, pedaleando a un ritmo lamentable.

Después la variación en las temperaturas hizo que tuviese que parar, mil doscientas cincuenta y nueve veces, o más, a ponerme y quitarme ropa, y así dilapidé la paciencia y el tiempo.

¡Y el viento!, que volvió a aparecer, y baste con decir que fue uno de esos días donde uno lo tiene en contra todo el santo día, y no me pregunten como es esto posible.

Pero quedó un buen entrenamiento y lo acabé contento porque, en los momentos más duros, mis piernas y mi cabeza respondieron, y no hice aguas.

El cicloturismo es un deporte fácil porque lo único que hay que hacer es aguantar.

Cerca de Lees Athas, donde comienza el exigente Col de Bouezou.


Bastante nieve.



Col de Lie, el breve. 2,5 Km al 8% de pendiente media.


El Col de Soudet, desde Arette, salva 1.200 metros de desnivel en 21 Km con seis kilómetros por encima del 9% de desnivel. Es un puerto bastante duro.




El León de Larrau y mi bicicleta.


Col de Bagargui. Siempre se me ha dado bien este puerto pero pené más de la cuenta porque empezaba a estar hambriento y como arriba llegué tarde la tienda la encontré cerrada.





Descenso hacia Mendive.




Improvisé indagando el Col de Gamia. Modesto aunque, como todavía no había comido, se me hizo duro y pesado.



Col de Osquich. En la cima hay un bar pero estaba cerrado. Fuera de la época estival estas cosicas pasan. Menos mal que Mauleón quedaba ya cerca, y allí sí di cuenta de un buen bocadillo.



Atardeciendo en Tardets.

En Arette se hizo la noche. Todavía me quedaban 47 kilómetros de suave, aunque continua, subida.

Rodar de noche tiene algo especial que lo hace muy recomendable. A destacar, en este caso, los sonidos del agua, del río, que de día pasan desapercibidos.

Mi bicicleta.



La nieve compañera en el arcén.



Mapas indicativos de la ruta:



lunes, 24 de marzo de 2014

Larués, Sangüesa, Javier, Leyre, Aibar, Petilla, Ruesta, Larués

Las fotografías las realicé el pasado sábado en el itinerario descrito en el título. Fueron 202 Km y unos 3.000 metros de desnivel.

Los pronósticos meteorológicos no eran muy halagüeños pero lo primero es madrugar que en la cama seguro que no se suma.

Cuando salí, sobre las siete y media, hacía una mañana para enmarcar y durante los primeros kilómetros, dentro de un aire templado que al tacto parecía algodón, fui planeando el recorrido.

Pero aquel proyecto se fue al traste cuando me pilló la tormenta y como no llegué a contar tres segundos entre el rayo y el trueno decidí avanzar a toda velocidad, sin mirar atrás, sin parar a ponerme el chubasquero.

Cuando andaba empapado el viento se animó y supe que ya no sería posible entrar en calor.

Tan sólo llevaba dieciséis kilómetros y decidí seguir porque, y para que quedase como una simple anécdota, tenía que diluir entre varias horas de diversión aquel mal trago bajo la tormenta.


Una bonita mañana de primavera.



Hasta que se hizo la tormenta y la carretera quedó cubierta de granizo.



Undués de Lerda


Vuelta a la primavera.

Castillo de Javier

Subida al Monasterio de Leyre.



Liédena

Puerto de Olaz


Sangüesa

Dos vistas sobre Gordún y una foto de Petilla de Aragón.



Ruesta y una foto de Cuatro Caminos.


Undués Pintano y Pintano

Oroel y San Juan.

Samuel Porcel Dieste Samuel Porcel Dieste Dieste

miércoles, 19 de marzo de 2014

Larués, Longás, Collada de Fayanás, Portillón de Santo Domingo, Longás, Larués


Las fotografías las realicé el pasado domingo en el itinerario descrito en el título. Fueron 66 Km y unos 1.400 metros de desnivel.

Tenía muchas ganas de indagar la pista que comunica la Collada de Fayanás con el Portillón de Santo Domingo.

Y el domingo fue el día perfecto porque hace tiempo que dejé de ver al Real Zaragoza. Hay amores nocivos que es mejor abandonar.

Mientras yo me hacía más rico descubriendo un nuevo camino el Zaragoza se hundía, ¿con honor o con desidia?, eso ya no lo sé.

Luz y temperatura más propias de la primavera.







En Longás comienzan tres kilómetros de dura ascensión.


Después viene un terreno favorable aunque el estado de la pista, con muchas y muy profundas rodadas, impide avanzar deprisa.


Después llegamos a un cruce señalizado. Nosotros deberemos seguir hacia Biel. Enseguida nos encontramos, a mano izquierda, con una fuente y al poco coronamos el modesto Collado de Fayanás.


Desde el collado salen varias pistas. Nosotros tenemos que coger la primera a la izquierda. Hay un indicador que marca dirección: Longás- Santo Domingo. Finalmente hay un cruce en el que deberemos tomar la pista de la derecha (señalizada con pintura azul y blanca, en la cuarta foto puede verse la marca). Salvo la última rampa (que está hormigonada y que dada su inclinación es recomendable hacer andando) el acceso al Portillón de Longás es muy llevadero.







Me hubiese gustado subir hasta la cima de Santo Domingo pero, en las zonas de sombra, la nieve había dado paso al barro y no me apeteció convertir este agradable paseo en una dura jornada.

Fotos del descenso hacia Longás



Camino de Campo Grande. Por aquí vine andando el 1 de marzo (colgué fotos de la salida en este blog), el contraste es total.




El descenso de Campo Grande ofrece magníficas vistas sobre los Pirineos. En la segunda foto se aprecia el Orhi (primer 2.000 desde el Atlántico) por cuyas laderas asciende el Puerto de Larrau, el más duro del Pirineo.


San Juan y Oroel también son visibles en el descenso