jueves, 30 de abril de 2015

Pantano de La Peña, Javierrelatre, Boltaña, Aínsa, Olsón, Pto. Serrablo, Nocito, Pantano de La Peña


Las fotografías las realicé el pasado sábado en el itinerario descrito en el título. Fueron 254 Km y unos 3.000 metros de desnivel.

Y la gente se marchó.

Quedan cementerios sin menciones, sin retratos, tristes escaparates vacíos y, también, el frío cuando es invierno, y las montañas, y el decorado.


Todavía aguantan los caminos, aún nos queda la palabra.


Santa María de La Peña, a los pies del embalse.

Camino de Javierrelatre.

Vieja casa en Laguarta.

Vistas desde el Puerto de Serrablo.


Samitier, pasado Aínsa.

Ascenso hacia Olsón.


El Puerto del Serrablo por Las Bellostas es una de las carreteras más espectaculares de la provincia.




Los árboles crecen, el coral se endurece, el hombre se va (proverbio, creo que haitiano).

Vistas sobre Peña Montañesa, ya muy cerca de la cima del puerto.

El Puerto de Cuello Bail, que comunica La Guarguera con el Valle de Nocito, es corto pero empinado.


Otra vista, ésta desde el alto de Nocito, del Tozal de Guara.

Rocas.

Belsué

Panorámica desde el viejo Túnel de la Manzanera.










Arguís


Cerca del Pantano de La Peña y otra foto de Santa María.



domingo, 26 de abril de 2015

Larués, Ruesta, Fago, Salvatierra, Bigüézal, Lumbier, Liédena, Sangüesa, Navardún, Larués


Las fotografías las realicé el pasado viernes en el itinerario descrito en el título. Fueron 216 Km y unos 2.600 metros de desnivel.

Mucho tiempo esperando este puente (el día 23 de abril es festivo en Aragón)y el jueves amanezco con fiebre, ¡qué pena tan grande!

El tiempo, o mejor dicho su devenir, resulta implacable porque nunca espera, ¿Os dijo alguna vez que mañana seguiría siendo hoy y que aquí no pasa nada?

Así que, el viernes, me tomé la temperatura de aquellas maneras, con poco esmero, ¡qué el mercurio no tenga tiempo de moverse!, esa fue mi táctica, que ojos que no ven corazón que no sufre.

Y tan bien lo hice que el termómetro no llegó a marcar los treinta y cuatro grados y, estando clínicamente muerto, no vi motivos para quedarme en casa.

Salí con pocas pretensiones pero me fui animando y al final pude tener una jornada de notable.

Salvé, por tanto, el segundo día del puente pero lo mejor llegó el tercero.



No estoy en la cama pero sigo en casa porque estoy en Cuatro Caminos.


Ruesta y su triste silueta.


Campos de Artieda.

Villarreal de la Canal.

Imágenes de el puerto de Puyeta. Una de las pocas carreteras de la provincia que me faltaban por 
visitar.




Fago.

El Alto de Castillo Nuevo, que comienza en Salvatierra de Escá, resulta sencillo.


Bigüézal.

Lumbier.

Navardún, ya en Zaragoza.

Puerto de Cuatro Caminos.

Puerto de Bagüés.

La Paruela y, al fondo, los Pirineos.


lunes, 13 de abril de 2015

Crónica de la Brevet 300 Km de La Fuliola (Lérida)


Las fotografías las realicé el pasado sábado en el recorrido de la citada brevet. Fueron 300 Km y 4.000 metros de desnivel.

Al final la ruta fue coser y cantar pero en la previa me temí lo peor.

Sí porque, y tras mal dormir en una venta, que hasta al mesmo Sancho le hubiese quedado algo estrecha, me levanté, allá a las cuatro de la mañana, bastante cansado.

Además servidor tenía que sudar, y allí había tajo, los excesos de una durísima Semana Santa donde la despedida de soltero de un amigo, que pasará a mejor vida en cinco telediarios, consumió gran parte de mis fuerzas.

Pero todos los jándicaps quedaron en agua de borrajas y la ruta la acabé francamente bien porque
las últimas batallas contra el cierzo me han dejado con bastante fuelle.

Veremos lo que dura.

En la salida bastantes ciclistas (más de veinte) y todo, desayuno incluido, muy bien organizado.

El comienzo del recorrido transcurre por una auténtica maraña de estrechas carreteras y se hizo algo pesado.

Amanece, que no es poco.

Primer repecho de entidad, poco después del primer control en San Martín de Sarroca.






Mis compañeros de ruta y, al fondo, Montblanc.


La subida a Prades es larga pero llevadera y deja magníficas vistas. Lástima que mis fotografías, hechas sobre la bicicleta, fueron bastante penosas.





Entre esperar a un compañero rezagado y comer algo, en Prades paramos un buen rato.

Última subida del día.

El último tramo del recorrido, ya en la Plana de Lérida, es completamente llano.

Bueno, y ahora a ver dónde hago la de 400 Km.