domingo, 23 de noviembre de 2014

Fiscal, Ligüerre, Troncedo, Fantova, Beranuy, Espés, Castejón de Sos, Campo, Aínsa, Fiscal


Las fotografías las realicé ayer en el itinerario descrito en el título. Fueron 235 Km y unos 3.000 metros de desnivel.

Lo único que tenía claro el sábado, cuando me desperté a eso de las seis y media, es que iba a dedicar el día solamente a la bicicleta, que ya tocaba.

Desayunando, mirando el mapa, me llamó la atención el Castillo de Fantova, y el resto del recorrido se escribió solo.

Y así fue como me adentré en las profundidades de la provincia de Huesca, un lugar mágico, extraño, diferente, plagado de pequeñas aldeas, algunas ya en ruinas, y construcciones milenarias.

El río Ara.


Peña Montañesa desde Aínsa.

En Ligüerre de Cinca, a 480 metros de altitud, comienza el alto de Troncedo que salva unos 600 metros de desnivel. Desconocía esta vertiente y me pareció de sobresaliente.




Vista sobre Trillo.



Enseguida divisamos el pueblo de Troncedo, que queda muy cerca de la cima.

La subida deja magníficas vistas.



Descenso hacia Las Ventas de Santa Lucía.

Desde aquí deberemos tomar dirección La Puebla de Fantova (en la foto) para llegar, y tras rodar por una pista asfaltada en pésimo estado, hasta el Castillo de Fantova, a 1.000 metros de altitud.





La pista asfaltada sigue hasta enlazar con la carretera A-1605 aunque no es fácil llegar sin perderse porque hay muchas ramificaciones. Yo me perdí un par de veces y menos mal que me encontré con un lugareño quien pudo indicarme. Aunque no fue fácil entendernos por la disparidad de acentos y el asunto nos llevó varios minutos.







El cazador, cazado.


El camino es rico en rincones de interés.

Ya en la carretera autonómica el otoño se mostró en todo su esplendor.



La carretera va picando para arriba hasta llegar al cruce que nos conduce al puerto de Espés (1.455 metros de altitud). Este puerto se me había quedado en el tintero en alguna ruta veraniega así que lo transité con gran interés. No defraudó y cumplió todas las expectativas.

 Espés Bajo.

 Espés Alto.




Esta carretera desemboca en la N-260 y toca afrontar los últimos kilómetros del Coll de Fadas.

En la cima del Puerto de Foradada tuve que desempolvar el chaleco reflectante.



Aínsa.

El tramo nocturno se me hizo bastante ameno por la presencia de bastantes coches, que siempre hacen compañía porque, de noche, los conductores tienen mucha más consideración y respeto por el ciclista.



martes, 11 de noviembre de 2014

Larués, Undués de Lerda, Biota, Uncastillo, Navardún, Larués

Las fotografías las realicé el pasado sábado en el itinerario descrito en el título. Fueron 180 Km y unos 2.500 metros de desnivel.

Llevaba tiempo sin rodar por esta carretera, que es mi casa, y el reencuentro no llegó ni al hola y adiós, que la tenue luz de noviembre nunca fue buen lugar para pegarse un tiro en el pie.

Y quedó algo triste porque, en el reencuentro, me acordé de las tardes, ahora ya tan lejanas, de febrero y marzo, y ese aroma a libertad.



Bagüés.

Vistas en el descenso hacia Undués Pintano





Llegando a Cuatro Caminos.

Cerca de Undués de Lerda

Sos del Rey Católico


Panorámica desde el Puerto de Sos

Castilliscar








En esta recta comencé a hacer aguas en la brevet 1.000 de Zaragoza.

Pasado Biota la carretera se hace muy entretenida.


Malpica de Arba




Puerto de Baztanés desde Uncastillo.



Cerca de Navardún

Vistas sobre Undués Pintano y Pintano.

Uno de los múltiples requiebros del Puerto de Bagüés por su vertiente oeste.

San Juan de La Peña


martes, 4 de noviembre de 2014

Agüero, Saosa, Salinas de Jaca, Pantano de La Peña, Carcavilla, Riglos, Agüero


Las fotografías las realicé el pasado domingo en el itinerario descrito en el título.

La ruta, de unos 47 Km, la hice andando.

Joder, menudo gafe.

Total, que el sábado (sabado en vernácula) me levanto a las seis de la mañana, que a quien madruga Dios le ayuda, co, para coger la bicicleta de carretera pero al minuto uno adiós cadena.

Bien, me digo, aún es pronto, puedes llevarla a reparar a eso de las diez, aprovechar lo que resta de día, y el domingo te haces la ruta larga y aquí paz y después gloria.

Pero, y con la iglesia hemos topado, la festividad de jalouín (antes conocida como Todos los Santos) impidió mis propósitos.

Bueno, pues me subo al pueblo donde tengo la otra bicicleta de carretera. Pero, que los males nunca vienen solos, haciendo unas probatinas en el garaje se me rompió la sirga del cambio trasero.

Y no me quedó otra que dedicarme a caminar, cosa que no hacía desde marzo, porque cuando una puerta se cierra otra se abre.

Al final el domingo quedó bien aprovechado aunque la falta de mapas e información sobre pistas y caminos me obligaron a andar unos 20 Km por la carretera, asunto que deslució un poco la jornada.


Ascendí hasta Saosa (sobre los 1.300 metros de altitud) siguiendo una pista que ya conocía de mis rutas con la BTT. Una pena que la niebla no se levantase en la parte inicial del recorrido porque las vistas desde la cima son espectaculares.


Mikel de Baigorry ostenta las ascensión más rápida a esta cima pero como el Heraldo de Aragón sólo informa sobre las ascensiones de Pauner (la última, a una silla para cambiar un fluorescente, ocupó portada y contraportada) apenas se conoce este dato.




Después volví sobre mis pasos para coger la senda que nos conduce hasta Salinas "viejo" (abandonado en los años 50 y trasladado al pie de la carretera).








¡Llevaba años queriendo visitar este pueblo!
De aquí seguí la senda hasta llegar a Salinas de Jaca o Salinas "nuevo".



Hasta el Pantano de La Peña no me quedó otra que andar, unos 6 kilómetros, por la carretera.


Tras pasar el puente sale una pista a mano derecha, marcada, que nos conduce hasta el pueblo de Riglos. El camino resultó ser muy interesante.








Desde Riglos (enl a foto), y salvo un kilómetro por el GR1, hasta Agüero seguí la carretera (unos 15 Km).

 Vista sobre Murillo de Gállego


 Agüero.