En la cima una barrera grita stop y no hay un mísero asiento con vistas a la cordillera pirenaica, no, no busquéis aquí la inmensidad del territorio.
Es un puerto de primeros planos, de detalles, te sorprende un par de veces y te manda para casa.
Samuel Porcel Dieste.
He llegado a tu blog por medio del de José Ramón, "Cincovillas", y me han fascinado tus fotgrafías. Te sigo
ResponderEliminarThis is cool!
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