Las fotografías las realicé el martes en el itinerario descrito en el título. Fueron 200 Km y 1.900 metros de desnivel.
Buena ruta para capear los rigores del invierno y el tedioso mundial con su fútbol moderno.
Un fútbol eficiente, como mecánico, donde el carácter y el ingenio parecen quedar diluidos.
Joder, si hasta los goles más emblemáticos de Maradona (la mano de Dios y la merienda de medio equipo inglés) ahora resultarían imposibles.
Y eso sin contar con el sopor que genera la sobre exposición actual. Antes sólo podías ver a las estrellas mundiales una vez cada cuatro años y te hacía ilusión. Sin embargo, ahora, todos los días nos bombardean con sus mejores jugadas (tanto de fuera como de dentro del campo).
Pero bueno, a los zaragocistas, siempre nos quedará París.
El Alto de San Esteban nos traslada del llano a los más coloridos montes de Zuera y resulta agradable (en ausencia de cierzo)
El Alto de Sierra Luna también tiene rincones pintorescos.
Monlora desde la carretera que comunica Ejea con Ayerbe
Detalle otoñal y vista sobre Casas de Esper
Los míticos Mallos de Riglos, y la visita al pueblo, fueron lo más destacado de la jornada.
Pasada la presa de Ardisa vuelvo al llano y por allí ruedo los últimos sesenta kilómetros.
Mallos de Riglos, qué rincón más bonito. Buena ruta. A mí, cada vez me da más pereza salir en invierno.
ResponderEliminarSaludos.
Una ruta preciosa,hacia tiempo que no visitaba el blog .Veo que sigues en forma, feliz año y un saludo.
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