Las ruinas de Ruesta hablan de un naufragio insoportable y el futuro coge la pluma para escribir una historia aún más dura.
Tengo miedo a ese día en que ya no haya entrada, alguien diga ocupado o cerrado por derribo y prohibido soñar contigo.
En alguno de tus requiebros la cordura se esfumó y tan sólo dejó lágrimas vertidas en una pared de hormigón, incomprensible y fratricida obstinación.
Y recuerdo lo que el fuego le dijo al gallo: “¿Por hacerte un favor a ti tengo que hacer daño a otro?, ¿no te parece raro?”.
Las fotos son de la vertiente que se inicia en Ruesta y utiliza parte del Camino de Santiago.
Las fotos son de la vertiente que se inicia en Ruesta y utiliza parte del Camino de Santiago.
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