lunes, 4 de noviembre de 2013

Túnel de Somport, Plateau de Lhers, Labays, Lie, Bouezou, Laberoaut, Túnel de Somport.

Las fotografías las realicé el pasado viernes en el itinerario descrito en el título. Fueron 152 Km y 4.200 metros de desnivel.

El Tour de Francia, cuyo recorrido fue presentado durante la semana pasada, se tendría que haber estirado bastante más en su periplo pirenaico.

Fíjense que la etapa reina de los Pirineos, y pese a subir cuatro puertos de montaña, sólo tendrá 125 km y 3.000 metros de desnivel. Y este trazado no puede ser considerado de alta montaña, por muchas exageraciones que en la previa cuenten los diarios deportivos.

La tercera, y última jornada pirenaica, es uno de esos engendros tan de moda últimamente y que apuestan por la escasez de una forma incomprensible. Porque al Tourmalet y Hautacam se les podrían haber añadido Aspin, Spandelles y Soulor y así la cosa hubiese quedado muy interesante. Pero no, dos subidas y para casa.

A parte de la cantidad también hay problemas con la calidad. Y no es que los puertos que suban no merezcan la pena, algunos están entre mis favoritos, sino que vuelven a apostar sobre seguro, con collados  muy utilizados, configurando un trazado poco sorprendente.


Y un año más me quedaré con las ganas de ver por la televisión mis puertos habituales. 

Plateu de Lhers. Tuvo su protagonismo durante la Segunda Guerra Mundial al ser testigo de sonadas evasiones.

























Vista sobre Lescún





Col de Labays.





Col de Lie. El puerto más corto y fácil del día.



Col de Bouezou. La subida se desarrolla por un espeso bosque, lástima que el otoño parece no haber llegado.






Laberouat. Se trata de la ascensión más dura del Valle del Aspe.






Bonita estampa en la subida al Túnel de Somport.





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