Por la vertiente navarra sus rampas resultan suaves, tranquilas y son tan acogedoras que la nieve las hace suyas hasta bien entrada la primavera.
Por Francia sus rampas son verdes, pero no de esperanza, son de acero, a veces negras a veces rojas, duras y complicadas.
Fue el puerto que hizo jirones el sexto traje amarillo en un día de verano de 1.996.
Está considerado el puerto más duro de los Pirineos.
Navarra:
Francia:
Un saludo, Samuel Porcel Dieste.
¡Uno de los grandes!
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