Las fotografías las realicé el pasado sábado en el
itinerario, que a continuación detallaré, descrito en el título. Fueron 311 Km
y unos 4.000 metros de desnivel.
La ruta exacta fue: Sabiñánigo, Fiscal, Aínsa, Castejón de
Sos, Bisaurri, Bonansa, Benabarre, Graus, Troncedo, Tierrantona, Aínsa, Fiscal,
Sabiñánigo.
El Real Zaragoza volvió a ganar, milagro, y para celebrar
este extraño suceso (Iker Jiménez ya lo está analizando) me tomo la licencia
(para aburrir) de describir la jornada cicloturista en términos futbolísticos.
Quedan avisados.
En la previa bien podría haber salido diciendo que se
trataba de una jornada decisiva en la que la victoria, y para horror de la
lógica científica, vale más que tres puntos.
Sí, porque en mi programa (o más bien progromo), acomodado
en una excel cuya lectura haría al mismísimo Stajanov pedir la baja por
depresión, tenía anotado realizar una ruta de más de trescientos kilómetros
antes del parón de la Semana Santa.
Y para la Semana Santa, que siempre la dedico a la
veneración del Señor (J&B), ya queda más bien poco. Y como el próximo fin
de semana Dios dirá este sábado había que salir a por todas.
El primer puerto del día fue la subida al Túnel de Pedralba.
Tiene un trazado muy aburrido y comencé a impacientarme ya en los primeros
compases del encuentro. Además, como el viento andaba correoso, empecé a pensar
que sería una jornada como las anteriores donde, y dadas las adversidades, tuve
que conformarme con empatar siguiendo los preceptos de Clemente.
Tras pasar Aínsa pinché y pude ver como la cubierta
necesitaba una sustitución. Menos mal que siempre llevo una de repuesto y pude
solucionar el asunto en unos minutos, profundidad de banquillo lo llaman. Fue
un pequeño handicap, nada que ver con un
“ha sido el seis penalti y expulsión” cuya equivalencia cicloturista
sería la pérdida de una pierna.
El puerto de Foradada también es algo aburrido. Fueron los
momentos más duros del día pues me costó mucho asentarme en el campo y empezó a
cundir el nerviosismo.
Camino de Castejón de Sos (minuto 30) la cosa se animó pues
rodé por un terreno que no conocía y la ilusión puede con todo. Me gustó mucho
el famoso Congosto de Ventamillo y las vistas sobre los Pirineos.
El tercer puerto fue el Col de Fadas. Si no fuese porque
odio el tiqui taca (que convierte el fútbol en balet) diría que aquí jugué al
tiqui taca, cual (y que Dios me perdone) F.C. Barcelona o combinado nacional (y
no me refiero al calimocho)
En el puerto de Bonansa más de lo mismo. Dominio aplastante
y al ataque.
Después de semejante exhibición aproveché el llano para
dosificar, poco antes del descanso.
El quinto puerto, y no hay quinto malo, fue el de Laguarrés.
Aquí volvieron, y como dirían los locutores de radio empeñados en utilizar el
castellano como si fuese inglés, las internadas por (las) bandas, inverosímiles
remates con (las) pierna buena (¡!), y demás obscenidades lingüísticas.
En la subida al puerto de Panillo el público en pie.
Estando el partido ganado me dediqué a jugar al tran tran, que la temporada es larga. Unas fotos entre Tierrantona y
Fiscal.
La última subida, (la) vertiente este del Túnel de Pedralba,
la hice ya sin luz y muy relajadamente pues el partido ya estaba ganado. Mejor
así porque el puerto es más aburrido que ver una película en francés.
Por este lado la carretera, en el túnel, sube ligeramente.
No obstante tengo un amigo que, yendo en bicicleta, aseguraba, con dos tragos,
eso sí, haber hecho saltar el radar. Cosa tan inverosímil como que un equipo
entrenado por Lillo, el Rey Midas de los descensos, acabe ganando algo.
Una jornada magnífica donde, y gracias a la
ausencia de hándicaps, pude reencontrarme con mi mejor versión. Un día difícil de olvidar, como aquellos mítico seis a tres (al Barcelona) y seis a uno (al Real Madrid) que pudieron verse en La Romareda.
Mapa orientativo de la ruta (tengan en cuenta que la carretera de Graus a Tierrantona (La Fueva) no figura.
Muy original la crónica, jejeje. Y una buena tirada!! Pasar de los 300 a principios de abril demuestra que vas en serio de cara a ese reto de agosto. Suerte!!!
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
ResponderEliminarConseguirlo será muy difícil pero no intentarlo es imposible.
¡Salud!
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ResponderEliminarAunque tu aventura sea otra cosa, casi clandestina, siendo naturaleza en el país que amas, se la brindaría al Atleti, después de haber sobrevolado los palacios art decó de la opulencia y haber dejado un jubiloso golazo.
ResponderEliminarNota: el comentario no autorizado sólo pretendía, torpemente, hablar de la sencillez versus la actual ostentación de los "logros made in corte inglés".
Un abrazo, campeón.
Celebré la victoria colchonera porque todos los cicloturistas de vocación somos un poco atléticos.
ResponderEliminarY baste leer los siguientes versos, compuestos por Saibna para el himno del centenario, para entender el por qué:
Qué manera de aguantar,
qué manera de crecer,
qué manera de sentir,
qué manera de soñar,
qué manera de aprender,
qué manera de sufrir,
qué manera de palmar,
qué manera de vencer,
qué manera de vivir,
Qué manera de subir y bajar de las nubes,
¡qué viva mi Atleti de Madrid!
¡Y ojalá ganen la Champions y la Liga!