Las fotografías las realicé el pasado sábado en el itinerario descrito en el título. Fueron 140 km y poco más de 3.000 metros de desnivel.
Punto y final al reinado de España en el baloncesto continental.
Y no cabe duda que con Pau Gasol en la cancha el gallo francés hubiese acabado cacareando.
Pero no estuvo y perdimos, ¿qué se puede esperar de los ausentes?.
Lo que también terminó fue el verano y, ahora, será el Sol (sobre todo en sus ausencias) lo que determine hasta donde se puede llegar.
Col de Labays, vertiente de Lees-Athas.
mejor que sea el sol quien regule las salidas, y los regresos, mejor que los administradores del tiempo y de las fortunas.
ResponderEliminarQue su querido Mikel de Baigorri no se de por aludido, espero, por este comentario.
Por cierto, ¿coronó Mikel la gesta de los tres ibones?
Mike acabó la marcha pero no puede hablarse de éxito. Más bien todo lo contrario.
ResponderEliminarCuando la organización imprimió su nombre en el diploma éste quedó como un triste trozo de papel sobre el que se escribe la más absoluta de las decadencias. Y nada más.
El púrpura, que diría El Piojo, empieza a pesarle demasiado, y no hablo de condecoraciones, tan sólo de edades.
De hecho me ha inspirado una historia, un cuento, que publicaré en este blog la próxima semana.
Un saludo.
Espero de su benevolencia y talento algo de piedad para el, otrora, virrey del Bearn, el aguerrido Paseante de las Cumbres, que, ¡ojo!, aún dará mucho que hablar, según tengo sabido.
EliminarSaludos y a la tarea.
Hermosas fotos, viéndolas se respira libertad.
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