Las fotografías las realicé el pasado sábado en el siguiente
itinerario: Larués, Ayerbe, La Sotonera, Tardienta, Lanaja, Pallaruelo de
Monegros, La Almolda, Farlete, Leciñena, Villaueva de Gállego, Castejón de
Valdejasa, Ejea, Sos, Navardún, Larués.
Fueron 408 Km y unos 3.000 metros de desnivel, 16 horas
sobre la bicicleta y 18 incluyendo las paradas. Salí a las 5 de la mañana y
llegué a las 11 de la noche.
Mi objetivo del año es la Brevet de 1.000 Km de Zaragoza (el
próximo 3 de agosto) y quiero hacerla del tirón (entiéndase sin parar a dormir
que uno tiene que comer).
Estando en mayo tenía que dar un paso al frente y
enfrentarme a mis miedos, nunca antes había hecho 400 km en solitario, y responderme
a mí mismo si realmente puedo soñar con ese gran desafío.
Y en los momentos duros de la ruta, que los hubo, seguí
queriendo lo mismo y, entonces, me siguen sobrando los motivos para continuar
el camino.
Termino diciendo que ya sé que hacer mil kilómetros sin
dormir es muy difícil, (me doy, por darme algo, un 5% de probabilidades de
éxito) pero lo importante es poder decir el 3 de agosto “yo quiero hacerla del
tirón” sin que me suene a fantasmada.
Mi bicicleta y mi casa.
Sí, me di cuenta de que me dejaba las luces encendidas.
Pantano de La Peña. Rodar de noche tiene algo especial
porque sin coches, sin nadie alrededor, se experimenta una sensación de máxima
libertad, es como si, por unos instantes, no hubiese nadie más en el planeta.
Amanece sobre La Sotonera y una ligera brisa me ayuda.
Es un paisaje infinito porque no hay montañas que tapen el
horizonte y cualquier objeto llama la atención.
Y tras pasar Almudévar (Km 86) comienza una recta de 250
kilómetros.
Pocas distracciones ofrece el camino.
El llano te va secando poco a poco. No hay rampas que exijan
grandes esfuerzos pero siempre hay que pedalear y el cansancio llega por goteo.
Poco antes de llegar a Castejón de Monegros un pequeño
repecho rompe la monotonía.
En el desierto no hay más ley que la del Sol y la del
viento.
Farlete. Era el kilómetro 196 y paré por primera vez a comer
algo. Me veía con fuerzas pero lo cierto es que las rectas habían empezado a
minar mi paciencia. Aunque todavía no lo sabía.
Y deposité grandes esperanzas en el Alto de San Esteban, me
aferré a sus requiebros y paisajes pero esa evasión no llegó nunca y en la
tierra de nadie mi optimismo empezó a crujir.
Castejón de Valdejasa (Km 280). Llego sediento porque estoy
ante el primer día de calor (sobre los 30 º C) y paro en la fuente unos veinte
minutos y me equivoco pensando que lo peor ya ha pasado.
El tramo entre este pueblo y Ejea fue muy duro. Tan sólo hay
24 kilómetros pero mi paciencia se la llevó el viento y en Ejea (Km 304) tuve
que darme un nuevo respiro.
Entre Ejea y Sádaba toqué fondo. Llegué a creer que nunca se
acabarían esas rectas demoledoras y que nunca saldría de ese purgatorio. El
viento continuó golpeándome sin piedad.
En Sádaba (Km 325) volví a parar. Eran las seis y media de
la tarde, llevaba más de trece horas sin intercambiar ninguna palabra y
agradecí mucho la conversación con el dependiente de la gasolinera, fue una
desconexión necesaria.
Al puerto de Sos, con el viento erre que erre, llegué con un estado de ánimo muy mermado.
Pero me rehice en las subidas y en la bajadas, y lo que
quedó del vendaval, no mucho, jugó a mi favor. En el Puerto de Cuatro Caminos,
en mi casa, resurgí. Y ascendiendo Cuatro Caminos todo fueron alegrías.
Antes de llegar a Undués Pintano, y en descenso, hay dos
kilómetros que están en obras y tienen mucha gravilla. No quería encontrarme de
noche con este tramo pero no hubo suerte y me tocó bajar a 10 Km/h.
Afortunadamente mi paciencia había regresado.
Puerto de Bagüés. Lo he subido cientos de veces pero nunca
de noche y lo disfruté como nunca, fue una sensación maravillosa e
indescriptible.
6 kilómetros para llegar a casa y estoy totalmente
recuperado, ya olvidé de los momentos duros de la jornada.
Enhorabuena!! por haber conseguido realizar esta ruta, por el post y por se como eres ;) desde las Cinco Villas ¡¡GRACIAS!!
ResponderEliminarGracias a vosotros por el seguimiento.
ResponderEliminarHubo momentos duros pero lo peor de la jornada fue no haber podido participar (como en las dos primeras ediciones) en la Rompepiernas, ¡la mejor marcha cicloturista!
Un saludo.
Al próximo año te esperamos en La Rompepiernas Samuel
EliminarY allí estaré. Este año no ha podido ser porque en dos semanas tengo la Barcelona Perpignan Barcelona (600 Km) y tenía que "hacer los deberes".
EliminarNos vemos.
Quiero imaginar tus sensaciones, el sufrimiento y la inmensa alegría de la libertad y del acogimiento de tu casa. Te esperaban las luces encendidas.
ResponderEliminarEnhorabuena.