Las fotografías
las realicé el pasado martes en el itinerario descrito en el título. Fueron 89
Km y unos 1.500 metros de desnivel.
Buena ruta con
la, cada vez más ociosa, bicicleta de montaña y comencé mis vacaciones al grito
de como en casa en ningún sitio.
Porque el
recorrido estuvo lleno de contrastes, esos contrastes que tanto eché de menos
en mis últimas rutas con la bicicleta de carretera.
El Camino de
Santiago se retuerce, mires donde mires montañas, vuelvo a estar en casa.
Desde Mianos se
puede llegar al Puerto de Bagüés a través del paso del Escalar. Dejó bonitas
vistas sobre la Canal de Berdún y los Pirineos, y, también, algo de nieve.
Agradables panorámicas del Arangoiti, San Juan y Oroel.
Tras bajar a
Undués Pintano por la carretera tomé la pista del Regal para, después, coger el
Camino de Santiago, cerca de Ruesta.
En invierno el
Camino de Santiago resulta más espectacular que en la temporada alta.
Tras coronar
Cuatro Caminos me adentré en la Sierra Sarda pensando que la nieve me
protegería del barro.
Pero me equivoqué
y en un visto y no visto se acabó lo que se daba porque sepan que aquí el barro
no es como en las películas, ese barro líquido que te salpica a la cara, ideal
para los selfies y para las portadas del Marca.
No, aquí el barro es cemento,
se adhiere a la rueda, engulle todo lo que pilla hasta embozarla y te deja
cosido al suelo.
Evité algunos
metros de aquel lodazal andando por el bosque.
Un par de altos
en el camino.
Tomo dirección norte, buscando la salida más corta hacia la carretera y la protección de la nieve.
Aquí o bajas
desmontado, o bajas de cuchillo, chaval. Yo opté por la primera opción.
Mi siguiente bicicleta de montaña tendrá frenos de disco, por si acaso.
Bagüés, Oroel y
San Juan.
San Juan desde mi
pueblo, Larués, ya en la provincia de Huesca.
Cada metro, una experiecia, supongo. Con tanta nive y tanta luz, el barro es cosa de niños.
ResponderEliminarFeliz rencuentro.